el pudor no alcanza
no alcanza tu mano tomando la espalda para rumir algún quejido
ni los perdones ni los llantos
no alcanzan las situaciones repetidas ni las repetidas palabras
este hastío en el que hundo mi cuello cual espinas de silencio
no alcanza
no alcanza el reclamo de cada vez
de cada vez el reclamo
de otra vez, de a cada rato, de cada momento
de siempre, el reclamo no alcanza
pararte en la mirada y no ver lo que hablamos
sentarte, cerrar los oidos, apagar todas las luces
encerrarte no alcanza
para nada alcanza mi mano arrepentida
los reclamos
no alcanzan
para tocar ese punto que no llego a tocar
cada vez que pasa
cada momento
cada
ni un suspiro, o las escaleras ruidosas de llaves recién llevadas
volvidas
no alcanzan
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