La casa podrida
gotea lenta...
no la podremos salvar.
Impúdicamente advirtiendo el destino,
pútridas,
las paredes acuosas
devienen en venas.
La casa se inunda en el letargo de los árboles
y las ventanas retorcidas del paisaje cotidiano.
Los suelos resbalan infecciones.
moho silencioso crece...
no la podremos salvar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario