traspasada por el silencio de la tarde
como sostenida por hilos que me elevan al cielo
y dejan que vuele comandada por el sol

la intensidad del techo de nubes pomposas
me hacen pequeña en una ventana recortada del universo
punto lejano que se olvida fácil

en mis uñas hay resto de fiestas
pequeños colores que se mezclan con las líneas
que va dejando el atardecer

domingo alejado de la rutina que parte
la existencia
dividida por el sentido del estar
y el de pertenecer
del ser y del contener
eligiendo entre caminos contradictoriamente necesarios
purgados por los canales más atentos
al detalle del vivir.